Andrea Muras (Ciencia Miúda): "Cambiar a un dieta más saludable es ya una acción que contribuye a luchar contra las superbacterias"
La bióloga Andrea Muras, conocida en redes sociales como Ciencia Miúda, donde se encarga de hacer que la ciencia sea más entendible, acaba de publicar un libro donde recoge algunas de las curiosidades que ya nos ha contado, pero también otras muchas de gran interés dentro del ámbito de la salud. En La guerra contra las superbacterias (Ed. Alienta), hace un repaso a todo lo referente sobre estos pequeños seres de los que vivimos rodeados, incluso más de lo que pensamos, y que forman parte de nuestro organismo. En esta entrevista para Claves de Mujer, la experta en microbiología nos vuelve a aclarar ciertos conceptos, además de confesarnos si ya está enseñando a su hijo algo sobre este mundo.
La editorial Alienta se puso en contacto con Andrea Muras para darle la oportunidad de trasladar en un libro algunas de las lecciones impartidas a través de las redes sociales. Ella aceptó encantada porque le gusta contar a los demás lo que le apasiona y lo que sabe.
Hablar de superbacterias no es un tema baladí si tenemos en cuenta ciertas cifras que la misma experta expone en su obra. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que las superbacterias constituyen una de las mayores amenazas a las que va a hacer frente la humanidad en el siglo XXI. Es más, se estima que en la actualidad las superbacterias matan a más personas que los accidentes de tráfico, y se cree que en el año 2050 serán una de las principales causas de mortalidad.
Está claro que solo con estos datos, ya no deberíamos subestimar a las bacterias, como ha ocurrido desde hace mucho tiempo, tal y como comenta la científica. Esto lo argumenta en su libro y en esta entrevista avanza algunas medidas de las que la población puede ser partícipe en la “lucha contra las superbacterias”.
Entrevista a Andrea Muras
¿Qué diferencia hay entre bacterias, superbacterias y las ESKAPE?
Las superbacterias se diferencian respecto a las bacterias “normales”, en que se han vuelto resistentes a los antibióticos y además normalmente a más de uno, y es por ello que se las asocia con algo negativo. Esto es así porque son bacterias que si nos infectan o producen algún tipo de enfermedad va a ser más difícil tratarlas que una bacteria normal porque han desarrollado distintos mecanismos que hacen que los antibióticos no las puedan matar.
Dentro de las superbacterias hay algunas que se consideran más críticas, porque están causando el mayor número de infecciones preocupantes. Un científico, Louis Rice, agrupó en 2008 a seis de estas superbacterias bajo el término de ESKAPE, que es un acrónimo: Enterococcus faecium, Staphylococcus aureus, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y Enterobacter spp. Con esta palabra juega con la idea de que estas bacterias se “escapan” de los antibióticos.
Las superbacterias están saliendo de los ámbitos hospitalarios, ¿debemos preocuparnos?
Si te paras un poco a pensarlo tiene sentido que estas superbacterias estén más en los hospitales porque aquí se encuentran más expuestas a los antibióticos. Es lógico, por tanto, que en los entornos sanitarios es dónde más busquen mecanismos o formas de escapar a estos medicamentos. Además hay más personas con el sistema inmune comprometido y las defensas bajas. Sin embargo, cada vez es más fácil encontrarnos con infecciones causadas por superbacterias de personas que no están relacionadas con el ambiente sanitario, en cualquier parte, y ahí saltan las alarmas. Y éstas, en el caso de haber una infección, va a ser difícil de tratarlas ya que los antibióticos ya no son efectivos, no son capaces de matarlas.
¿Cómo pueden influir las bacterias en nuestro estado de ánimo?
Cuando lo dices, a la gente le sorprende y te preguntan cómo es posible que unos bichos que hay en el intestino puedan tener relación con lo que se piensa o se siente. Llevamos en el Planeta muchos miles de años pero las bacterias llevan más tiempo que nosotros. Entonces las personas siempre hemos vivido o convivido con ellas. De hecho, nuestro cuerpo no funcionaría sin bacterias y es por ello que está acostumbrado a tenerlas de vecinas, de compañeras, de ayudantes y por todo ello nuestro cuerpo funciona en sintonía con nuestra microbiota.
Nuestro cuerpo no funcionaría sin bacterias y es por ello que está acostumbrado a tenerlas de vecinas, de compañeras, de ayudantes...
¿Qué podemos hacer para que estas no condicionen la salud mental?
Uno de los factores que más influyen en lo referente a las bacterias que van a vivir con nosotros, tanto en piel como en la boca o el intestino, es el tipo de alimentación que llevemos. Curiosamente esos alimentos que son más saludables para nuestro cuerpo también son los que eligen las bacterias más saludables.
Entonces, ¿en función de lo que comemos determinamos las bacterias de nuestro organismo?
Sí, exactamente. La dieta más óptima para unas bacterias saludables, sería la formada por verduras, legumbres, fruta… La comida que es más sana. En cambio una alimentación basada en alimentos procesados, con mucha grasa y sal, y que son los que últimamente es más fácil comprar e incluso a veces más baratos son los que van a proporcionar unas bacterias que no son tan beneficiosas y que incluso pueden ser perjudiciales.
Las bacterias de la placa dental también aumentan las probabilidades de sufrir ciertas enfermedades a priori no relacionadas con la boca, ¿no es así?
Sí, se ha visto que estas bacterias están relacionadas con patologías cardiacas, algunos tipos de cáncer o incluso alzhéimer y hoy en día se sabe que juegan un papel fundamental en desarrollar o prevenir una gran cantidad de enfermedades. En los próximos años este tipo de conocimiento va a seguir aumentando, lo que va a estar muy bien porque nos va a permitir disponer de una medicina personalizada en función de nuestras bacterias.
Cuanta más información tengamos tanto de nuestra genética como de nuestras bacterias, más fácil será poner tratamientos y realizar prevenciones mejores en función de cada persona.
¿Hacia dónde va la investigación?
Pues como te comentaba intenta dirigirse hacia la medicina personalizada. No todos somos iguales, ni nuestros cuerpos responden igual ante el mismo medicamento. Y en parte eso tiene que ver con las bacterias que configuran nuestro organismo porque estas también van a ser importantes a la hora de cómo reaccionemos ante un fármaco. Por todo ello, cuanta más información tengamos tanto de nuestra genética como de nuestras bacterias, más fácil será poner tratamientos y realizar prevenciones mejores en función de cada persona.
La resistencia a los antibióticos está catalogada por la OMS como uno de los problemas más graves de salud en la actualidad…
Sí, el problema de los antibióticos es muy grave y hay que tener claro cuáles son los casos en los que realmente es necesario usar o no un antibiótico. Eso va a ser muy importante. Pero también descubrir nuevos antibióticos o terapias alternativas que nos permitan, en la medida de lo posible, reducir el uso y la cantidad de antibióticos que se utilicen. Por eso es importante que la población entienda la situación, porque luego muchas personas van al médico y si se encuentran mal quiere salir con la receta del antibiótico sea como sea y al margen de lo que tengan.
El problema de los antibióticos es muy grave y hay que tener claro cuáles son los casos en los que realmente es necesario usar o no un antibiótico.
No obstante, yo creo que hoy en día la gente está bastante concienciada desde que se limitó el acceso a los antibióticos. A pesar de ello, todavía queda por hacer y concienciar a la población de que es un problema grave. Se tiene que saber que hay gente muriendo por este tipo de enfermedades y que nosotros podemos hacer mucho para prevenir las superbacterias.
Es fundamental que la población se informe, e igualmente hay formarla en este sentido y que, en función de sus capacidades, ayude de la mejor forma posible.
¿Qué recomiendas entonces para luchar contra las superbacterias desde casa?
Lavarse las manos, tener cuidado en la cocina, seguir vacunándose, porque hay una especie de moda, que no acabo de entender, que consiste en una mayor reticencia a vacunar a niños. El caso es que podemos hacer bastante. Incluso al mejorar la alimentación y beneficiar nuestro sistema inmune conseguiremos reducir el número de infecciones y la cantidad de antibióticos que se tomen. Parecen cosas que no están relacionadas, pero en realidad hoy en día todo lo está.
¿Por qué decides hacerte divulgadora científica?
Cuando era pequeña me llamaban la atención esos libros de “Sabías que…” Me encantaba leerlos pero lo que más me gustaba de todo era poder contárselo a mi familia, es decir, el hecho de transmitir lo que iba descubriendo. Creo que la divulgación al final es eso, contar cosas que te emocionan o te parecen interesantes y compartirlas con el resto de la gente.
Si además puedo ayudar a que se entienda mejor qué hacemos los científicos, nuestro día a día, que somos personas normales, con problemas como todo el mundo…, pues entonces mejor.
¿Estás enseñando ya a tu hijo?
Bueno, aún es muy pequeño, pero sí mi idea es contarle alguna cosa cuando vaya entendiendo. No ha cumplido los dos años si quiera. Sin embargo, sí, de hecho tiene unos peluches que son bacterias y ya juega con ellos…
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