Tres nutrientes esenciales para proteger la piel del sol

Protegerse del sol mediante fotoprotección es la principal medida que hemos de adoptar para evitar los efectos dañinos de las radiaciones ultravioleta, sin embargo no es la única. La alimentación es una herramienta más a la que podemos acudir para protegernos de los efectos perjudiciales del sol. Inmaculada Canterla, farmacéutica experta en dermocosmética y Directora de Cosmeceutical Center, asegura que “es importante estimular la síntesis de melanina, es decir, aumentar la cantidad de melanina dentro de los melanocitos y favorecer su correcta distribución a nivel epidérmico”, y en este proceso los nutrientes que ingerimos cumplen también una misión protectora. 

Tres nutrientes esenciales frente al sol

Los tres nutrientes esenciales que nos ayudan a proteger la piel del sol, según Canterla, son los siguientes:

Q10

Es un antoxidante muy importante, ya que es el primero que se degrada por la acción del sol. Por eso es interesante comer alimentos que lo contengan: el pescado, el marisco, las espinacas o las nueces.

 

Betacarotenos

Son conocidos como pro-vitamina A al ser elementos precursores de esta vitamina. El betacaroteno está presente en las zanahorias, los melocotones, albaricoques, la papaya o los pimientos.

 

La farmacéutica asegura que debemos ser prudentes a la hora de ingerir vitamina A, ya que un exceso de la misma puede perjudicar el hígado, entre otros efectos secundarios. 

 

Vitamina C

Esta sea probablemente una de las vitaminas más conocidas, sus propiedades favorecen la fotoprotección natural de la piel, ayudando a equilibrar la respuesta inflamatoria del cuerpo, a los mecanismos antioxidantes y la actividad apoptótica (muerte celular) saludable. Sabemos que está presente en frutas cítricas, coliflor, espinacas… En general se encuentra en la gran mayoría de frutas y verduras.

Los antioxidantes son buenos para proteger nuestra piel del sol, por lo que es recomendable recurrir a alimentos ricos en Vitamina A, Vitamina E, Vitamina C, Vitamina D3, Ácido hialurónico y tomar  romero, curcuma, té verde o semillas de uva, entre otros. Como alternativa se pueden tomar suplementos orales, aunque siempre es recomendable que consultemos con un profesional de la salud.