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El intestino está formado por millones de neuronas cuya conexión debe equilibrarse

El estrés es un fenómeno que conecta cuerpo y mente a través de complejos circuitos biológicos, destacando, entre otros, el papel clave del nervio vago y de la microbiota en la modulación de los estados de ánimo. Los doctores Javier Santos Vicente, jefe Clínico de Gastroenterología del Hospital Universitario Vall d´Hebron de Barcelona y la doctora Amanda Rodríguez – Urrutia, psiquiatra del Servicio de Salud Mental del mismo centro, abordaron esta perspectiva en el webinar organizado por Farmasierra “Efectos positivos y negativos del estrés sobre las enfermedades digestivas y la salud mental”.

Microbiota emociones


Algunos especialistas y estudios aseguran que un mal manejo del estrés puede alterar la microbiota intestinal, aumentando la permeabilidad de las paredes intestinales y generando inflamación. Esto provoca síntomas físicos como dolor abdominal y otros trastornos digestivos que, a su vez, refuerzan los estados de ansiedad, creando un círculo vicioso que es vital interrumpir mediante estrategias terapéuticas integradoras.

El nervio vago y su importancia


“El nervio vago es como una autopista de señales que conecta el cerebro con el aparato digestivo”, señala el doctor Santos. Este desempeña un papel crucial en la modulación de las emociones y el bienestar digestivo, ya que transmite información bidireccional entre el sistema nervioso central y el sistema digestivo.

“El intestino no es solo un órgano que digiere alimentos, sino un centro neurálgico con más de 170 millones de neuronas que se comunican con el cerebro. La clave está en mantener esta conexión en equilibrio”, destaca el gastroenterólogo.
El nervio vago es como una autopista de señales.
La doctora Rodríguez- Urrutia habló del concepto de eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, una red de señales hormonales que se activa ante situaciones estresantes. “Cuando el hipotálamo detecta una amenaza, inicia una cadena de reacciones que culmina en la liberación de cortisol por las glándulas suprarrenales, preparándonos para enfrentar el peligro”, explica. Sin embargo, esta respuesta continua, sin períodos de descanso, genera efectos negativos tanto en la mente como en el cuerpo.

Microbiota intestino

Seratonina y alimentación

El 90% de la serotonina del cuerpo se produce en el intestino. La serotonina, conocida por su papel en la regulación del estado de ánimo, también es fundamental para el correcto funcionamiento del aparato digestivo. El doctor Santos aclara que este neurotransmisor participa en el control del movimiento intestinal y la percepción del dolor, lo que refuerza la importancia de cuidar la salud digestiva para mejorar el bienestar emocional.
La alimentación tiene un impacto directo en la producción de serotonina y en el equilibrio de la microbiota.
Por su parte, la psiquiatra puntualiza que la alimentación tiene un impacto directo en la producción de serotonina y en el equilibrio de la microbiota, y recomienda incluir en la dieta alimentos ricos en fibra y probióticos, que ayuden a mantener una flora intestinal saludable. A lo que el doctor Santos añade que “algunos alimentos, como los ricos en fibra y los fermentados, favorecen el equilibrio de la microbiota intestinal y, por ende, contribuyen al bienestar emocional. Así como los psicobióticos, probióticos específicos que podrían modular los efectos negativos del estrés sobre el organismo.

Por último, la doctora Rodríguez destaca la importancia de mantener un buen equilibrio entre el trabajo y el descanso, adoptar una alimentación saludable y realizar actividad física regularmente. “No se trata de evitar el estrés, sino de aprender a gestionarlo de forma eficaz”, concluye la especialista.

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