En
cuanto a alimentación se refiere siempre se suelen dar pautas de cómo nutrirse
correctamente, pero ¿qué ocurre con la forma de cocinar? Las técnicas
culinarias son tan importantes como los alimentos escogidos, pues en función de
la manera en que elaboremos los platos que degustemos podremos estar añadiendo más o menos calorías a la dieta.
A continuación te desvelamos algunos trucos.
Eduardo
González Zorzano, asesor médico de Cinfa, recomienda las siguientes formas de
cocinar:Al vapor, el horno, la plancha y, en general, cualquier cocción.
Hay que
evitar, sobre todos, las frituras (los empanados, especialmente) y las salsas.
Y es más que recomendable usar aceite de oliva en lugar de aceite de girasol.
Tampoco hay que abusar de la sal: los alimentos ya contienen la necesaria y un
exceso de la misma puede provocar hipertensión (para dar sabor se puede recurrir al
apio, vinagre o especias).
Salteado
En el
libro ¡Revitalízate! de Jorge Pérez-Clavo, se recomienda usar la técnica del
salteado, que no es lo mismo que sofreír. Este sistema necesita menos aceite.
Basta con cortar la comida en trocitos pequeños y colocar una mínima cantidad
de aceite en la sartén para que los alimentos no se peguen. Después hay que
remover entre 5 y 10 minutos con el fuego a baja intensidad.
En el sofrito, se usa más aceite y más calor, lo que perjudica también la calidad nutricional de los alimentos.
En el sofrito, se usa más aceite y más calor, lo que perjudica también la calidad nutricional de los alimentos.
Legumbres
Pérez-Calvo,también explica que para optimizar el potencial nutricional de legumbres y
cereales deben cocinarse muy bien. Si están duros resultan indigestos y,
especialmente las legumbres producen fermentaciones y gases. Por ello,
recomienda cocinarlos hasta que queden un poco “pasados” para hacerlos más
digeribles.
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