Sexo, ejercicio y descanso: las tres claves para evitar el estrés y su acción negativa sobre la piel
Es verdad que el estrés influye en el aspecto de la piel? Según algunos expertos la respuesta a esta pregunta es afirmativa. De hecho, se considera uno de los factores que puede acelerar el envejecimiento, aunque no es el único también tienen que ver el sol, el tabaco, el alcohol, la contaminación, una mala alimentación… En cuanto a la genética, de la que tanto se habla en relación con la piel, aclarar que realmente solo representa el 25 por ciento del envejecimiento, según explican expertos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
¿Qué podemos hacer entonces para evitar que el estrés afecte a nuestra epidermis? En este caso la solución la hallamos en tres claves: sexo, ejercicio y descanso. Y junto a esto, sobre todo, aprender a evadirnos con actividades placenteras y a relajarnos. Para esta última opción los aceites esenciales pueden ayudarte. Te contamos además cuáles son los más recomendables en este sentido.
La dermatóloga de las estrellas Whitney Bowe, explica en su libro Piel radiante, intestino sano (Ed. Urano), que hace mucho tiempo que los dermatólogos conocen que el estrés psicológico suele ser perjudicial para los síntomas del paciente. “Si la persona tiene acné, psoriasis, eczemas o rosácea, estas empeoran durante los periodos en que nos vemos sometidos a un gran estrés”.
Del mismo modo, el estrés impulsa la formación de arrugas pues contribuye a la micro-inflamación de la piel, la irrita y la hace más vulnerable al sol y a otros elementos externos agresores. Así, va perdiendo colágeno, lo que favorece la aparición de líneas de expresión y arrugas, indican desde la AEDV.
Si tenemos una carga excesiva de estrés es posible que también notemos que el pelo se nos cae más e incluso se cree que podría intervenir en la aparición temprana de canas. De igual modo, en el caso de no descansar bien la piel termina luciendo menos radiante además de que pueden aparecer ojeras lo que acrecienta ese aspecto demacrado y poco juvenil.
Son varias las medidas que podemos adoptar para vencer al estrés y que así no afecte a la aspecto externo de nuestra piel.
Esto es algo complicado cuando las preocupaciones nos asolan, pero podemos cambiar algunos hábitos que nos ayudarán a conciliar el sueño. En general son muy sencillos de cumplir, como por ejemplo tener una rutina al acostarnos y levantarnos (las mismas horas siempre) o no hacer una cena muy copiosa y dejar al menos dos desde esta hasta que nos acostemos. Debemos además crear un ambiente óptimo en la habitación, que debe estar libre de ruidos, si es posible, y eliminar aquellos elementos que puedan alterar nuestro sueño como aparatos eléctricos, luces, etcétera.
Diversos estudios han demostrado que el ejercicio desempeña un papel importante para que nuestra piel se muestre radiante y firme, asevera Whitney Bowe. La experta matiza en su libro que gran parte de las recompensas que se obtienen del ejercicio guardan relación con un menor riesgo de padecer trastornos de la piel “porque esta depende de que nuestro metabolismo sea óptimo y tengamos una buena salud intestinal y un equilibrio hormonal”, lo que se puede lograr practicando actividad física. El ejercicio reduce además los niveles de inflamación, “que es una de las formas más potentes de evitar problemas cutáneos”.
No tenemos que olvidarnos que el deporte ayuda a liberar endorfinas, lo que nos ayuda a subir el ánimo y a calmar el dolor, y también contribuye a reducir el estrés.
El doctor Junco afirma que “disfrutar de sexo tres veces a la semana tiene un impacto para la salud física, mental y emocional.” Además mejora el buen humor, ayuda a ponerse en forma y fortalece los vínculos con la pareja al tiempo que favorece la reducción de la presión arterial. “El acto sexual aumenta la formación de nuevas neuronas y el número de conexiones entre células nerviosas, reduciendo los niveles de ansiedad.”
Para alejar el estrés de nuestras vidas es interesante hacer otras actividades que nos relajen. Podemos tratar de buscar un hobby que nos mantenga entretenidos y que, por supuesto, nos guste, sino carece de sentido.
Otra posibilidad es buscar un momento del día para nosotros en el que hacer algo que nos tranquilice como escuchar música. El doctor Junco asegura que la música melódica permite que nos relajemos gracias a “un proceso físico por el cual vibraciones de diferente origen se ajustan hasta lograr un mismo ritmo de tal modo que nuestro ritmo cardiaco obtiene valores normales (de 60 a 80 latidos por minuto) y disminuye la presión arterial. Es recomendable escuchar música entre 20 y 45 minutos al día.” Incluso también nos aconseja leer, ya que practicando este hábito “seis minutos al día se podría reducir el estrés en un 60%. La lectura provoca que el latido del corazón sea más lento y alivia la tensión muscular y mejora tu estado anímico.”
Desde un punto de vista cosmético, los aceites esenciales suponen una alternativa para encontrar ese estado de relajación que nos hará olvidarnos de lo problemas que nos acucian cotidianamente. Esto es lo que nos recomiendan los especialistas:
La marca Andaluz nos propone sus aceites esenciales 100% orgánicos. Tienen ingredientes muy mediterráneos: naranja, limón y lavanda. Poseen una selección variada de fragancias y se pueden añadir unas gotas con un difusor en la habitación o en un baño caliente.
¿Qué podemos hacer entonces para evitar que el estrés afecte a nuestra epidermis? En este caso la solución la hallamos en tres claves: sexo, ejercicio y descanso. Y junto a esto, sobre todo, aprender a evadirnos con actividades placenteras y a relajarnos. Para esta última opción los aceites esenciales pueden ayudarte. Te contamos además cuáles son los más recomendables en este sentido.
Estrés y piel
La dermatóloga de las estrellas Whitney Bowe, explica en su libro Piel radiante, intestino sano (Ed. Urano), que hace mucho tiempo que los dermatólogos conocen que el estrés psicológico suele ser perjudicial para los síntomas del paciente. “Si la persona tiene acné, psoriasis, eczemas o rosácea, estas empeoran durante los periodos en que nos vemos sometidos a un gran estrés”.
Del mismo modo, el estrés impulsa la formación de arrugas pues contribuye a la micro-inflamación de la piel, la irrita y la hace más vulnerable al sol y a otros elementos externos agresores. Así, va perdiendo colágeno, lo que favorece la aparición de líneas de expresión y arrugas, indican desde la AEDV.
“Los efectos de la piel estresada disminuyen su barrera protectora y es por esta razón que el cutis se vuelve frágil, sufre deshidratación y se vuelve hiperreactivo a los agentes irritantes, lo que provoca que se acentúen las arrugas y la flacidez dando a lugar a que luzca envejecida”, añade el doctor Óscar Junco.
Si tenemos una carga excesiva de estrés es posible que también notemos que el pelo se nos cae más e incluso se cree que podría intervenir en la aparición temprana de canas. De igual modo, en el caso de no descansar bien la piel termina luciendo menos radiante además de que pueden aparecer ojeras lo que acrecienta ese aspecto demacrado y poco juvenil.
Cómo impedir que el estrés dañe la piel
Son varias las medidas que podemos adoptar para vencer al estrés y que así no afecte a la aspecto externo de nuestra piel.
Descansar más
Esto es algo complicado cuando las preocupaciones nos asolan, pero podemos cambiar algunos hábitos que nos ayudarán a conciliar el sueño. En general son muy sencillos de cumplir, como por ejemplo tener una rutina al acostarnos y levantarnos (las mismas horas siempre) o no hacer una cena muy copiosa y dejar al menos dos desde esta hasta que nos acostemos. Debemos además crear un ambiente óptimo en la habitación, que debe estar libre de ruidos, si es posible, y eliminar aquellos elementos que puedan alterar nuestro sueño como aparatos eléctricos, luces, etcétera.
Hacer ejercicio
Diversos estudios han demostrado que el ejercicio desempeña un papel importante para que nuestra piel se muestre radiante y firme, asevera Whitney Bowe. La experta matiza en su libro que gran parte de las recompensas que se obtienen del ejercicio guardan relación con un menor riesgo de padecer trastornos de la piel “porque esta depende de que nuestro metabolismo sea óptimo y tengamos una buena salud intestinal y un equilibrio hormonal”, lo que se puede lograr practicando actividad física. El ejercicio reduce además los niveles de inflamación, “que es una de las formas más potentes de evitar problemas cutáneos”.
No tenemos que olvidarnos que el deporte ayuda a liberar endorfinas, lo que nos ayuda a subir el ánimo y a calmar el dolor, y también contribuye a reducir el estrés.
Practicar el sexo
El doctor Junco afirma que “disfrutar de sexo tres veces a la semana tiene un impacto para la salud física, mental y emocional.” Además mejora el buen humor, ayuda a ponerse en forma y fortalece los vínculos con la pareja al tiempo que favorece la reducción de la presión arterial. “El acto sexual aumenta la formación de nuevas neuronas y el número de conexiones entre células nerviosas, reduciendo los niveles de ansiedad.”
Otras alternativas
Para alejar el estrés de nuestras vidas es interesante hacer otras actividades que nos relajen. Podemos tratar de buscar un hobby que nos mantenga entretenidos y que, por supuesto, nos guste, sino carece de sentido.
Otra posibilidad es buscar un momento del día para nosotros en el que hacer algo que nos tranquilice como escuchar música. El doctor Junco asegura que la música melódica permite que nos relajemos gracias a “un proceso físico por el cual vibraciones de diferente origen se ajustan hasta lograr un mismo ritmo de tal modo que nuestro ritmo cardiaco obtiene valores normales (de 60 a 80 latidos por minuto) y disminuye la presión arterial. Es recomendable escuchar música entre 20 y 45 minutos al día.” Incluso también nos aconseja leer, ya que practicando este hábito “seis minutos al día se podría reducir el estrés en un 60%. La lectura provoca que el latido del corazón sea más lento y alivia la tensión muscular y mejora tu estado anímico.”
Aceites esenciales para calmarse
Desde un punto de vista cosmético, los aceites esenciales suponen una alternativa para encontrar ese estado de relajación que nos hará olvidarnos de lo problemas que nos acucian cotidianamente. Esto es lo que nos recomiendan los especialistas:
Para relajarse
La marca Andaluz nos propone sus aceites esenciales 100% orgánicos. Tienen ingredientes muy mediterráneos: naranja, limón y lavanda. Poseen una selección variada de fragancias y se pueden añadir unas gotas con un difusor en la habitación o en un baño caliente.
- Aceite esencial de naranja: para levantar el estado de ánimo.
- Aceite esencial de limón: con efecto vigorizante, y ayuda a reducir el cansancio y los nervios.
- Aceite esencial de espliego: para conciliar el sueño, calmar las emociones o combatir la ansiedad.
Para dormir
Alquimia nos aconseja recurrir a los siguientes aceites esenciales para conseguir un buen descanso. No obstante, antes nos recuerdan que se tienen que aplicar un par de gotas en el escote, en las muñecas o en un pañuelo debajo de la almohada, pero nunca en las sienes ni cerca de las mucosas y ojos.
- Lavandin: es calmante y descongestiona, muy aromático.
- Mejorana: analgésico y ansiolítico, para combatir esos momentos o días de más nerviosismo. Se trata de un arbusto de flor salvaje, con propiedades muy amables.
- Salvia: posee propiedades psicológicas y emocionales como antidepresivo. Antiinflamatorio, purificante y equilibrante.
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