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Entrevista a Sonia Rico: "El amor propio hace que tengamos más capacidad para caminar hacia dónde queramos dirigirnos"

La escritora y coach Sonia Rico asegura que debemos "amarnos sobre todas las cosas", ya que este tipo de amor "es una inversión a largo plazo que genera frutos de por vida". Esta es la idea general que transmite en su reciente publicación Te amarás sobre todas la cosas (Ed. Terapias Verdes). A través de diez máximas nos ofrece pautas y consejos para poner en práctica desde ya mismo en nuestra vida siempre que queramos y para mejorarla. Son recomendaciones que nos ayudan a ver las cosas desde otra perspectiva, pero sobre todo al margen de esos mandatos limitantes que nos impiden avanzar, ser nosotros mismos y, ante todo, amarnos. En esta entrevista concedida a Claves de Mujer, nos explica con detalles su filosofía para ser más felices partiendo del "amor propio".

 
Entrevista Sonia Rico: Te amarás sobre todas las cosas

Foto de Ana Palma

¿Por qué hay que “amarse sobre todas las cosas”?

¿Acaso hay algo más importante que amarse a uno mismo? Oscar Wilde decía “amarse a uno mismo es el inicio de una historia de amor eterna” y creo que así es. Vamos a vivir con nosotros mismos toda la vida, por lo tanto, creo que sembrar ese tipo de amor, es una inversión a largo plazo que genera frutos de por vida. El amor propio hace que tengamos más capacidad para caminar hacia dónde queramos dirigirnos. Ya sea, formularnos metas, establecer límites, respetar y escuchar las necesidades reales de nuestra mente y nuestro cuerpo y amar a las demás personas de una forma más limpia. Creo que si partiéramos de esa base daríamos lugar a construir un mundo mejor.

Poner en práctica esta premisa cuesta porque parece que estamos sobreponiendo nuestro interés al del resto y da la impresión de que somos egoístas, ¿o no?

Confundimos el amor propio con el hecho de ser una persona narcisista y no es, para nada, lo mismo. Yo parto de la base que amarse a uno mismo es el punto de partida para vincularnos con nuestro entorno desde un lugar verdadero. Si yo me amo a mi misma, quizás no me relacionaré desde la necesidad o la carencia, sino desde el hecho de estar llena, desde el altruismo genuino.  De esa forma, es más probable que no dé lugar a relaciones tóxicas o basadas en la dependencia emocional.

Creo que el amor propio es imprescindible para tomar las decisiones adecuadas para nosotros, sin facturas para el resto. ¿Cuántas veces decimos cuando realmente queremos decir no? ¿Cuántas veces dudamos de nosotros mismos o tenemos miedos infundados? ¿Cuántas veces dejamos que nos falten al respeto por miedo a quedarnos solos o por el mero hecho de perder?

Creo que la falta de amor propio es una analogía con un saco roto, que por más que alguien trata de llenarlo, nunca puede completarse. Yo considero que emprender la tarea de amarse a uno mismo es una manera de mejorar nuestra vida y la de las personas que nos rodean. Si logramos comprendernos, podemos despertar la compasión que necesita el mundo a muchos niveles. No podemos olvidar que tenemos la tarea de mejorarnos, de ser mejores personas, para legar un mundo mejor a nuestros hijos (o alumnos) y esa labor empieza por dar ejemplo. Si nos entendemos y amamos a nosotros mismos, podremos vincularnos con ellos de una forma más limpia, tratando de ver y entender sus necesidades reales, desde su punto de vista y no desde el nuestro.   

¿Por qué escogiste la similitud con los diez mandamientos para escribir cada capítulo?

En principio porque me pareció una forma ingeniosa de escribir este decálogo con la autoestima como hilo conductor. En segundo lugar, porque pensé que nuestra vida está repleta de mandatos internos, tanto familiares, culturales, como religiosos, que, sin que seamos conscientes, condicionan nuestra manera de ver el mundo y la vida en general. Se me ocurrió reescribir los diez mandamientos cristianos porque cuando los analicé me di cuenta que casi todos ellos nos mandan poner el foco fuera de nosotros mismos: Amarás a Dios sobre todas las cosas, Honrarás a tu padre y a tu madre, etc. Sin ánimo de ofender a nadie, ni de desacreditar los mandamientos originales, se me ocurrió escribirlos en clave de crecimiento personal, poniendo al lector o a la lectora como sujeto de su vida. Llevando el foco, y la propia mirada, hacia el interior de cada persona y no hacia afuera.  

¿Cómo nos puede ayudar la meditación, que propones en varios capítulos del libro, a querernos más?

He intentado que este libro contenga diferentes herramientas para interiorizar la información a través de distintos canales. Una de estas herramientas son las visualizaciones. Casi todos los capítulos contienen una, con indicaciones para hacerlas de forma libre, o bien, se pueden recibir guiadas. Para eso solo hay que escanear el QR que aparece al principio del libro y dejarse llevar.  

Es bien conocido que la visualización es una técnica que se emplea en varias disciplinas para lograr objetivos y para incrementar el bienestar. Nos ayudan a entrenar nuestra mente a concentrarse; a observarnos y darnos cuenta del diálogo interno que mantenemos con nosotros mismos y a convertir ese diálogo en algo saludable.

Todas ellas nos enseñan a respirar, por lo tanto, vamos a conseguir reducir el estrés o la ansiedad y logar que el cuerpo y la mente entren en un estado profundo de relajación. Un estado que muchas veces es desconocido para nosotros. Por supuesto, todas ellas están enfocadas a amarnos más y eso se consigue abrazando nuestras emociones, descubriendo muchas partes de nosotros mismos y procurando agradecer la vida en toda su amplitud.    

 

Te amarás sobre todas las cosas de Sonia Rico

 

¿Qué condicionantes en general impiden que las personas no seamos todo lo felices que desearíamos?

Para empezar, creo que tenemos que lograr conocernos, ya que de esa manera lograremos entender por qué razón actuamos como actuamos o sufrimos ante determinadas situaciones. El problema es que la realidad que hemos vivido, normalmente, no es la realidad que hemos vivido, sino la que nuestro entorno nombró en voz alta. Esa narración, sobre la que hemos construido nuestras vivencias, seguramente no coincide con la que nosotros experimentamos, sino que ha sido construida en base a los filtros y los juicios de los demás. Si por ejemplo, a mí me decían que yo era una niña “demasiado demandante y pesada”, quizás sea así, o bien, es posible que se corresponda más a lo que mi entorno dijo de mí. Puede ser que mi realidad fuera que no tuvieran energía para jugar como yo necesitaba, o simplemente no podían o no tenían ganas de estar por mí. Sin embargo, no se nombró esa realidad, sino que solo se nombró el juicio de otras personas.  Muchas veces crecemos creyéndonos las etiquetas que nos han impuesto y resulta que no somos eso. Por lo tanto, el primer paso es descubrir “nuestra verdad”. A partir de ahí emprender esa labor de aceptar las propias emociones y aprender a abrazarnos mucho.

Hablas a menudo de que no disfrutamos de la vida porque no tenemos la plena consciencia del momento presente, ¿qué consejo sencillo propones para deleitarnos en plenitud del instante que estamos viviendo?

Yo parto de la base que la vida es una fiesta. Es un milagro estar vivos, por lo tanto ¡vamos a saborearlo y a vivir mientras estamos vivos!

Creo que hay que aprender a desconectar ese diálogo interno que tanto daño nos hace. A menudo, somos nuestros peores enemigos. Normalmente navegamos entre dos tiempos: el pasado, que ya se fue y que normalmente nos provoca nostalgia; y/o el futuro, que todavía no existe, y que generalmente nos crea mucha ansiedad. Habría que reaprender a respirar el presente.  Volver a la respiración una y otra vez, como si echáramos un ancla al instante que vivimos. Un consejo sería, por un lado, aprender a estar presentes y el otro, llenar esos instantes de verdadero agradecimiento. Dicen que la gratitud es la más grande de las virtudes y es que si no agradecemos lo que somos, lo que tenemos… ¿quién nos dice que íbamos a ser más felices con más?

Propones que intentemos tomarnos las cosas con más sentido del humor, sin embargo, es algo que en personas con cierta personalidad o carácter puede resultar complicado, ¿qué recomendación nos das para intentar reírnos más de las cosas?

Creo que el sentido del humor, en su justa medida, es una gran fortaleza. Cuenta una antigua leyenda que tres monjes viajaban juntos compartiendo su sabiduría por varias aldeas orientales. Al llegar a cada pueblo, se dirigían a la plaza principal y en vez de predicar con sermones acerca de la iluminación, simplemente explotaban a reír. Tales eran las carcajadas, que cuando la gente salía para ver qué ocurría, solo podían contagiarse de la risa.

Yo visualizo el sentido del humor como un gran abrazo. Si somos capaces de reírnos de nosotros mismos, de nuestros defectos… es como si, de alguna manera, integráramos nuestras luces y nuestras sombras en su totalidad. Creo que el sentido del humor es un catalizador y como tal, nos permite tomarnos la vida con más alegría y ligereza. El humor y el poder de la risa nos ayudan a quitarle hierro a la vida y a afrontar las dificultades con otra actitud.    

'Te amarás sobre todas las cosas', es un libro muy completo con muchas ideas para poner en práctica, ¿de qué manera recomiendas leerlo e interiorizar además de ejecutar tus consejos?

Cada persona es un mundo y es difícil generalizar, pero recomiendo leerlo de un tirón y volver a él tantas veces como sea necesario. Creo que la vida es una experiencia, así que recomiendo practicar, practicar y practicar…. Hacer todo lo que esté en nuestra mano para ser la mejor versión de nosotros mismos, porque un día de estos vamos a morir… pero el resto vamos a vivir. Así que ¿para qué esperar? Vamos a amarnos sobre todas las cosas, y veamos cómo se produce la magia.  

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