Ir al contenido principal

¿Engordan los frutos secos?

Los frutos secos en general no gozan de buena fama, al menos en algunas dietas de adelgazamiento. Sin embargo, el consumo de estos alimentos es más saludable de lo que se tiende a pensar.  Entre otras cosas, tienen un efecto protector del sistema cardiovascular. Pero, sus beneficios son numerosos e incorporados en una dieta equilibrada no contribuyen a engordar. A continuación, te contamos las ventajas de su consumo.
 
 

¿Engordan los frutos secos?




Un estudio reciente ha determinado que el consumo de frutos secos como almendras, anacardos, avellanas, piñones, pistachos y nueces, puede disminuir la tasa de mortalidad. En concreto, en este análisis realizado en un grupo de hombres y mujeres, se determinó que “en comparación con los que no comían nueces, los individuos que consumían frutos secos (algo más de 28 gramos) entre siete o más veces por semana tenían una tasa de mortalidad un 20 por ciento menor y esta asociación fue dependiente de la dosis".

Los investigadores aseguran que las personas que ingerían más frutos secos también estaban más delgadas y tendían a llevar un estilo de vida con hábitos más saludables, como fumar menos y hacer más ejercicio. En general, insisten en que tanto su investigación como otras muestran "un beneficio potencial del consumo de frutos secos para la promoción de la salud y la longevidad."

Buenos para el Corazón


La ciencia apoya estas informaciones a través de distintos informes. Otro estudio que defiende a estos alimentos es el estudio PREDIMED, el mayor ensayo clínico de intervención nutricional realizado en Europa. El análisis concluye que una alta adherencia a una dieta mediterránea tradicional suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos reduce en un 30% el riesgo relativo de sufrir una complicación cardiovascular en personas con alto riesgo, comparada con una dieta baja en todo tipo de grasa.

Desde siempre el paradigma para la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares era “reducir todo tipo de grasa”. Sin embargo, ahora se ha comprobado que las peores grasas son las saturadas y las ‘trans’, las que se forman en el curso de tratamientos industriales de determinados alimentos, como la bollería industrial.

La grasa vegetal, aportada por ejemplo por el aceite de oliva y los frutos secos, tiene un efecto protector sobre muchos sistemas del organismo, entre ellos el cardiovascular.  

Frutos secos y obesidad


Según el doctor Ramón Estruch, primer autor del estudio, y del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clinic de Barcelona: “Al iniciar el estudio Predimed, nos preocupaba el efecto que podría tener una intervención con una dieta rica en grasa (vegetal), es decir, rica en aceite de oliva y frutos secos, sobre el peso corporal y los parámetros de adiposidad, especialmente los relacionados con la adiposidad abdominal (perímetro de la cintura). No obstante, los resultados han sido en cierto punto sorprendentes, ya que los participantes que seguían la intervención con dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, a pesar de consumir más energía total que los que seguían una dieta baja en todo tipo de grasa, presentan una mayor reducción del peso corporal y del perímetro abdominal que el grupo control.”

La conclusión, tal y como indican los expertos es que “las personas con sobrepeso u obesidad no deben tener miedo de consumir aceite de oliva o frutos secos, siempre que estos alimentos se engloben dentro de un patrón saludable como la dieta mediterránea.” 




Comentarios