Correr está de moda, eso es evidente. No hay más que salir a
la calle y ver la cantidad de runners que hay a cualquier hora del día. El número de corredores en España se ha
triplicado en los últimos cinco años si tenemos en cuenta las cifras aportadas
por la última Encuesta de hábitos deportivos del Ministerio de Sanidad,
Igualdad y Asuntos Sociales, en la que se indica que un 30,4% de los españoles
practicaba este deporte en 2015, frente al 12,9% del año 2010.
Ahora bien, ¿todos los corredores practican este deporte correctamente? Según
el VI Estudio CinfaSalud, avalado por la Sociedad Española de Medicina del
Deporte (SEMED), seis de cada diez runners
(61,8%) ha sufrido problemas de salud relacionados con esta praáctica deportiva,
principalmente lesiones musculares o dolores de cabeza fuertes. Las causas de estos trastornos se deben esencialmente a no realizar
una preparación previa o carecer de una técnica adecuada.
¿Cuál es la postura correcta para correr bien?
Este estudio refleja la falta de preparación de los runners
españoles: tres de cada cuatro no siguen un plan de entrenamiento regular
(77%), la mitad (48,5%) no calienta antes de correr ni estira después y el
86,2% no sigue un plan de alimentación adaptado a su actividad.
Además, tres de cada cuatro (75,1%) no se han hecho nunca una prueba de
esfuerzo, precaución sobre la que tampoco se muestran concienciados los
corredores de maratón -cuatro de cada diez (40,8%) no se la han efectuado jamás –
ni los runners que padecen una afección cardiovascular previa -siete de
cada diez (69,8%) no se someten a este test.
Eduardo
González Zorzano, experto del Departamento Médico del laboratorio Cinfa, asegura que “para disfrutar de los beneficios del running
y evitar sus riesgos, es crucial adoptar medidas preventivas como someterse a
revisiones médicas y pruebas de esfuerzo, así como calentar y estirar antes y
después de correr”.
Cuando nos ponemos a correr se ponen en funcionamiento más
de 200 músculos del tren superior e inferior, los huesos y las articulaciones
de las dos extremidades, y además la columna vertebral y la zona cervical se activan. Este es uno de los motivos por los que debe haber una coordinación entre todos ellos y un control
postural, no sólo para resistir más o aumentar la velocidad, sino sobre todo
para evitar posibles lesiones e incluso caídas.
Principales pautas posturales
Los expertos aconsejan que al margen del estilo y la
complexión de cada corredor hay unas pautas posturales que se han de tener en
cuenta:
- Posicionar la pelvis ligeramente hacia atrás y mantener el abdomen contraído.
- El tronco no debe encorvarse ni situarse por delante de la pierna que se esté apoyando en ese momento.
- Mantener la cabeza erguida y mirando al frente, para controlar el terreno que se va pisando.
- Cara, cuello y hombros, siempre han de permanecer relajados.
- Los brazos han de moverse con naturalidad, flexionados 90 grados y sin contraer los puños.
- La carrera ha de tratar de ser lo más lineal posible.
Estas son las principales recomendaciones respecto a la postura adecuada para correr bien, pero también hay que tener en cuenta los estiramientos previos y posteriores, la alimentación individual y, por supuesto, la condición física particular, tal y como especifican los expertos.
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