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Entrevista a la psicóloga Alicia Martos: “Cuestiona tus miedos y te darás cuenta de que son solo pensamientos, sensaciones corporales autoinfringidas”

A la mayoría de las personas, en mayor o menor medida, nos está afectando la pandemia desatada por el Covid-19. Jamás pensábamos que íbamos a vivir algo así, que parece sacado literalmente del argumento de una novela de ciencia ficción. Lo que no sabíamos, porque tampoco lo habíamos experimentado con anterioridad, es que las pandemias pueden resultar estresantes. Es lógico y muy humano sentir temor y ansiedad ante algo desconocido y que no sabemos cómo nos puede afectar. 

Para tratar de entender mejor los aspectos psicológicos de esta situación de emergencia sanitaria y cómo afrontar esos miedos, ansiedad o estrés, Claves de Mujer ha entrevistado a la psicóloga Alicia Martos. La experta acaba de escribir el libro Se hizo el silencio (Ed.Alfar), donde expone 22 claves psicológicas para entender la pandemia. 

 

La psicóloga Alicia Martos

 

'Se hizo el silencio'

Alicia Martos, es licenciada en psicología y colaboradora habitual en diversos medios de comunicación. A través de Se hizo el silencio, ha querido analizar de qué forma nos ha afectado y sigue afectando esta realidad pandémica desde un punto de vista psicológico y cómo afrontarla. En su opinión, las grandes crisis siempre traen consigo grandes cambios: “Quizá no seremos ni mejores ni peores, pero seguro que no seremos los mismos”, dice en su obra.

La autora aporta pequeños consejos muy interesantes en la entrevista que ha concedido a Claves de Mujer. Con ellos ya tendrás unas pautas muy útiles para plantearte un nuevo comienzo, pero si quieres saber más en su guía podrás obtener una información más desarrollada que puede ayudar a lograr esa aceptación de lo que está pasando, asumir el cambio o reducir el estrés, según sea tu caso.

Según expone en su libro, el antropólogo y neurólogo Robert Sapolsky, asegura que el 30% de la población tiene tendencia a un afrontamiento ansioso de las situaciones, y las mujeres, en concreto, tenemos el doble de incidencia que los hombres, ¿por qué cree que se da esta circunstancia?

No hay una respuesta única, ese porcentaje se explica por el perfil de personalidad (tendentes a la ansiedad), las vivencias, la educación, entorno social, la cultura, posibles adicciones, en ese dato se dan circunstancias muy variopintas. En cuanto a la cuestión de género, puede explicarse biológicamente por las diferencias en las química cerebral y cambios hormonales del sexo femenino que facilitan un afrontamiento más ansioso; además, por lo general, las mujeres se someten a un estrés mayor intentando conciliar vida familiar y profesional. Esta pandemia ha sido un claro ejemplo de ello, según las estadísticas, las mujeres laboralmente en activo y con hijos menores de 10 años ha sido la población más afectada a nivel mental (justo por detrás de los sanitarios).

 

Portada del libro 'Se hizo el silencio' de Alicia Martos

 

Comentas que una de las claves para abordar situaciones de crisis como la que estamos viviendo es utilizar la inteligencia emocional, pero ¿cómo se puede adquirir esta si no nos han enseñado a practicarla?

Nunca es tarde. No es más que ser conscientes de nuestras emociones, qué son, qué significan, por qué las sentimos, cómo gestionarlas… En definitiva, conocernos a nosotros mismos en profundidad, tener claras nuestras prioridades, ser más reflexivos y empáticos con el entorno. La información veraz es poder, simplemente con conocer cómo funciona nuestro sistema emocional ya podemos avanzar y aprender a relacionarnos de otra manera más constructiva con los demás y también con nosotros mismos, en cualquier situación, por extrema que sea.

Dices también que hoy en día vivimos en una especie de “positividad tóxica”. ¿El objetivo, por tanto, de cualquier persona sería más que “ser feliz” aprender a aceptarse?

Por supuesto. Aceptar que hay días que no. Que podemos fracasar, que no podemos con todo, que no me apetece sonreír, que no todo va a ser siempre perfecto, pero tampoco terrible. Relativizar, asumir nuestras debilidades y aprender a convivir con estados de ánimo no tan agradables, la tristeza, el miedo, la soledad, la ansiedad, el duelo… son momentos duros, malos compañeros, horribles para algunos, pero son sentimientos necesarios para reintegrarnos, para superar los obstáculos propios de la vida, para asumir situaciones que a veces controlamos pero que en su mayoría no podemos.

Hay personas que han manifestado sentirse muy solas durante esta situación ¿es tan mala la soledad?

La soledad en sí misma no es mala ni buena, todo depende de lo que nosotros percibamos y pensemos sobre ella, podemos aprovecharla o culparla de todo lo negativo que nos pase. Es un estado muy subjetivo, puedes convivir y estar rodeado de muchísima gente y sentirte solo, y eso es terrible cuando ocurre, pero la responsabilidad no es de la soledad sino de con quien convives, de las relaciones tóxicas que establecemos. Hay personas que viven solas, incluso durante el confinamiento, y tienen un mundo, tanto interior como social, muy rico, todos necesitamos el contacto social, pero tenemos que aprender a soportar nuestro silencio, cuidar nuestro diálogo interior, escucharnos y tener relaciones sanas, eso es mucho más importante que el bullicio constante.

 

Sentimientos durante la pandemia
           “No es valiente quien no tiene miedo sino quien sabe conquistarlo”
                                                   (Nelson Mandela)

  

El miedo también ha paralizado y sigue deteniendo a mucha gente, ¿qué breve consejo podrías darnos para gestionar esta emoción de forma positiva?

Nelson Mandela decía que: “No es valiente quien no tiene miedo sino quien sabe conquistarlo”. El miedo es necesario, nos protege, nos contiene, nos hace cautos y más racionales, el problema es cuando éste nos consume y nos limita. No podemos huir o negarlo, o dejar que nos consuma, hay que observarlo, identificar cómo y por qué se manifiesta, ¿es irracional?, ¿a qué se debe?, ¿somos incapaces de superarlo? Cuestiona tus miedos y te darás cuenta de que son solo pensamientos, sensaciones corporales autoinfringidas. Tenemos que normalizarlo como una emoción incómoda pero pasajera y controlable. Todos tenemos miedo en algún momento pero no le demos el protagonismo que no merece.

 ¿Qué cosas buenas nos deja esta pandemia?

Hay un concepto en psicología que me encanta, se trata del ‘crecimiento postraumático’. Una situación difícil, un momento traumático, una crisis, siempre se asocia al dolor, y es cierto, hay sufrimiento, pero nunca se habla del después, del inevitable cambio psicológico positivo que sucede en una persona tras pasar por una situación adversa. A veces es muy difícil ver este crecimiento, pero aun así ocurre, por ejemplo en forma de aprecio y valor que le damos a la vida, de la toma de conciencia de la fortaleza personal, de reforzar vínculos con nuestro entorno, aunque sea de diferente manera a la que acostumbrábamos, de descubrir nuevas posibilidades y caminos alternativos en tu vida.

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