La mandarina parece la hermana pequeña de la naranja y quizá por su tamaño tienda a pensarse que posee menos cualidades que su hermana mayor. Pero nada más lejos de la realidad. Ambas frutas tienen excelentes cualidades.
Mandarinas y naranja: ¿son diferentes?
Las dos provienen de China, aunque la naranja se consumía y
conocía antes que la mandarina. De hecho, según la Asociación 5 al día, las
clases altas romanas la introdujeron en sus banquetes desde el siglo II y llegó a
Occidente por la Ruta de la Seda.
La vitamina C es la que siempre ha tenido más fuerza en
ambos cítricos, aunque su cantidad es mayor en la naranja (50 mg por cada 100 g
comestibles), siendo algo inferior en la mandarina(35 mg por cada 100 g comestibles).
Los beneficios de esta vitamina son numerosos destacando, sobre todo,
que favorece la producción del colágeno (necesario para las regeneración
celular), mejora la cicatrización y el sistema inmunitario. También sobresalen
sus cualidades antioxidantes.
La mandarina tiene también vitamina C y provitamina A, presente a su vez en las naranjas.
Además, ambas frutas son ricas en minerales y fibras y algunos de sus
compuestos previenen enfermedades cardiovasculares, cataratas o enfermedades
neurodegenerativas, entre otras, según diversos estudios. Y al mismo tiempo ayudan a
disminuir el colesterol, eso sí, siempre y cuando el resto de nuestra alimentación sea sana y
equilibrada.
De la mandaria destaca la criptoxantina (caroteno), un
compuesto que además de transformarse en vitamina A en nuestro organismo, tiene
propiedades antioxidantes, por lo que se le atribuye una acción preventiva frente
al cáncer y la enfermedad cardiovascular.
La cáscara de ambas posee numerosas propiedades, sin embargo al contrario que otras frutas el
consumirla sin pelar no es una práctica común.
Es mejor tomar la pieza entera que en zumo, pues de este
modo se pierden la mayor parte de sus vitaminas y minerales. En cualquier caso,
los expertos recomiendan que si se consume en zumo éste se tome de forma
inmediata porque con el tiempo los beneficios de la vitamina
C disminuyen. Igualmente el zumo es mejor prepararlo con naranjas pequeñas que suelen tener menos piel, lo que permite exprimir mejor los gajos y obtener más jugo.
Podemos encontar naranajas de noviembre a junio debido a la gran variedad que hay de estas frutas, sin embargo las mandarinas suelen estar presentes sólo de noviembre a enero o febrero, dependiendo de la cosecha de cada año.
Podemos encontar naranajas de noviembre a junio debido a la gran variedad que hay de estas frutas, sin embargo las mandarinas suelen estar presentes sólo de noviembre a enero o febrero, dependiendo de la cosecha de cada año.
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