¿Por qué es bueno andar?
Según el osteópata Roberto Gómez, algunos de los beneficios de caminar son los siguientes:
- Los niveles de colesterol e hipertensión arterial disminuyen en el 80% de los casos. Lo mismo ocurre con los de azúcar en sangre.
- Ayuda a la liberación de neurotransmisores (endorfinas), sustancias que hacen que nos sintamos bien, pero también incrementa la autoestima, eleva el umbral de estrés y produce mejoras notables en casos de depresión, estados de ansiedad e insomnio. El experto asegura que algunas personas tienen sus mejores ideas durante un paseo y otras cuando necesitan resolver un problema salen a caminar.
- Estudios neuro-bio-científicos recientes relacionan el caminar a menudo con mejores enlaces sinápticos del cerebro y menor pérdida de la masa cerebral.
- Ciertas investigaciones apuntan a que el ejercicio puede prevenir la enfermedad de Alzheimer.
- Andar de forma constante puede mejorar la visión periférica y promueve el sistema inmunitario que se encarga de luchar contra los virus y las bacterias (algo que ahora necesitamos más que nunca).
- En cuanto a las piernas, mejora la flexibilidad de las mismas, aumenta el flujo sanguíneo necesario para poder realizar el esfuerzo, y lo que es más importante, mejora el retorno venoso, lo que ayuda a evitar y aliviar problemas circulatorios como edemas y varices.
- Fortalece los músculos, haciendo que sean más flexibles, logrando mayores niveles de fuerza, resistencia, agilidad y reflejos.
- Ayuda a reducir y mantener el peso, siempre y cuando se realice de forma continuada y cuidemos nuestra alimentación. Este hábito nos ayuda a controlar el peso, ya que con su práctica aumenta la destrucción de las células de grasa. Además, actúa como supresor moderado del apetito y facilita la digestión y la eliminación. Caminar entre el 60 y 70% de nuestra capacidad, es decir a buen ritmo, puede suponer quemar unas 400 calorías a la hora.
- Caminar 20 km a la semana, reduce en un 18% el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. El corazón es un músculo que con la caminata diaria se volverá más fuerte, su latido más lento y regular, capaz de soportar progresivamente más esfuerzo.
- En mujeres con osteoporosis se ha demostrado que caminar reduce los riesgos de sufrir fracturas en los huesos. En general, ayuda a incrementar la masa ósea y disminuye la posibilidad de sufrir daños en los huesos.
Calzado adecuado para pasear
Antes de empezar a dar nuestro primer paseo es importante tener en cuenta un aspecto básico: elegir la equipación adecuada.
La ropa que escojamos para nuetra caminata diaria debe ser ante todo cómoda y si es posible antitranspirante, sobre todo, si solemos sudar mucho.
En cuanto al calzado, el deportivo en general es el más apropiado, pero este debe tener unas características específicas:
- Una base o suela con un grosor suficiente de modo que no se desgaste rápidamente si andamos mucho y que impida dolor en el caso de caminar sobre superficies irregulares.
- Siempre debemos escoger la talla adecuada para evitar rozaduras o molestias al caminar.
- El material debe ser flexible y suave, transpirable pues no hay que olvidar que los pies sudan también.
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